DEDICACIÓN. Oier Gorosabel posa en una de sus consultas. / M.A.

Cuando Oier Gorosabel (Eibar, 1972) finalizó la carrera y empezó a trabajar como fisioterapeuta pudo desarrollar su interés por las terapias naturales a través de varios cursos que le permitieron utilizar lo aprendido con sus pacientes.

Propietario de una cadena de centros de fisioterapia y profesor de la Universidad Vasca de Verano, Gorosabel impartirá un taller sobre reflexología que comenzará el próximo 11 de noviembre en Mutriku y que se basa en «estimular mediante un masaje las plantas de los pies, en las que se refleja todo nuestro cuerpo».

–¿Qué hace un fisioterapeuta impartiendo un taller cuyo objetivo es el de curar y prevenir problemas de salud?

-La gente acude a la consulta con problemas de poca importancia que se podrían tratar perfectamente en su propia casa, como de hecho se ha venido haciendo durante siglos. Ese conocimiento se ha perdido y nos interesa que la gente vuelva a aprender a resolver esos pequeños problemas de cada día y que sólo acuda a nosotros cuando tenga problemas realmente serios.

-¿No se está echando piedras sobre su propio tejado?

–No, aunque pueda parecerlo. En los últimos tiempos tenemos el problema de que no contamos ni con el espacio físico ni con el tiempo suficiente como para atender a toda la gente que tiene un problema, por eso queremos hacer hincapié en el concepto de la autogestión de la salud. Muchas veces, el hecho de estar tan saturados hace que no podamos atender adecuadamente a personas que verdaderamente necesitan ayuda. La gente está todo el día colgada de su médico o fisioterapeuta, sin poder dar un paso sin asesoramiento médico, y eso no puede ser. El niño estornuda y llamamos al médico de inmediato, y no puede ser. Además, nos ahorraríamos muchísimo dinero.

–¿Cuáles son los principales beneficios que aporta la reflexoterapia?

-Es un buen método para lograr aliviar pequeños problemas como los dolores de espalda, resfriados, inflamaciones, tendinitis precoces. Pero también para prevenir enfermedades futuras en grupo, entre amigos, pues se trata de una técnica que se puede hacer en familia, en cuadrilla o en pareja. Se hace regularmente y, además, es muy agradable que te den un masaje en los pies. Lo bueno de la reflexoterapia es que además de resolver problemas ayuda a evitarlos.

-¿Cuál es el perfil de la gente que acude a este tipo de talleres?

-La verdad es que viene gente de todo tipo. Hemos realizado cursos dirigidos a profesionales de la salud, pues existen algunas patologías a las que no se puede acceder con las manos si no es a través de una intervención quirúrgica o fármacos. Por ejemplo, si el paciente tiene fibrosis no hay otra manera de llegar al hígado que no sea a través de una intervención o un tratamiento farmacológico. La reflexoterapia es particularmente interesante en este tipo de casos porque nos permite tratar al paciente sin tener que intervenirlo, y se cura. Pero también hemos tenido a muchos profesores, ya que esta actividad es muy útil y divertida para realizarla en clase con chavales, en educación física, por ejemplo; amas de casa

Consciencia de los pies-Convénzame para que acuda al curso.

-Este curso que vamos a dar en Mutriku está dirigido al todo el mundo, consta de 15 horas y queremos que muy didáctico y, sobre todo, práctico. Vamos a trabajar con una versión que no tiene contraindicaciones y, en el caso de que existan enfermedades, las maniobras que vamos a enseñar van a ser inocuoas. En el trabajo terapéutico sí utilizamos maniobras más arriesgadas que pueden llegar a ser dañinas, pero no va a ser el caso. Además de la teoría mínima necesaria realizaremos juegos para trabajar la consciencia de nuestros pies y mucha práctica. El alumno va a conseguir ser autosuficiente en cuanto a su salud. Y vamos a intentar animar a la gente que acuda al curso a que cree un grupo estable para que puedan hacerse el masaje reflexológico entre ellos, para que, una vez finalizado el curso, se junten de vez en cuando y continúen por su cuenta.