El diafragma

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En este sitio hemos mencionado el músculo diafragma en más de una ocasión, hablando sobre las presiones intraabdominales (hernia de hiato, hemorroides) o sobre los artículos en los que hablábamos sobre la respiración. Pero este músculo en forma de sombrilla guarda muchos secretos; mejor dicho, a su alrededor se encuentran  muchas formaciones esenciales, formando un lugar completamente estratégico. Entender el funcionamiento de este músculo que se menciona en muchas ocasiones  puede parecer difícil, pero os voy a echar una mano: ¿Queréis matar dos pájaros de un tiro? Esto es lo que conseguiréis si cuidáis vuestro diafragma.


Antes he dicho que el diafragma es un músculo con forma de sombrilla o paraguas. Tampoco sería un mal ejemplo decir que tiene forma de campana, en la que el vértice estuviera colgando de la unión de los pulmones, en el centro del pecho. Al igual que las campanas, nuestro diafragma es cóncavo por debajo. Y en la zona más baja, en todo el borde de la campana, está unido a los bordes de las costillas.

Al ser un músculo, el diafragma se mueve. Imaginemos por un momento que nuestra campana es elástica; es decir, que tiene la capacidad de contraerse y relajarse. De esta manera, al contraerse, la campana perderá su forma, pareciéndose a un plato. Al relajarse, en cambio, el platillo recuperará su forma de campana de nuevo.

Pero recuerda lo que hemos dicho antes: la campana está colgando de nuestro pecho y está atada a nuestras costillas. ¿Qué pasará, por tanto, cuando al contraerse coja la forma de un plato? El diafragma tirará de los pulmones hacia abajo (aumentando su capacidad) y, al mismo tiempo, empujará a las costillas (multiplicando la capacidad de los pulmones). Entonces, gracias a la contracción del diafragma, se nos permite coger aire. En el proceso contrario, al relajar el diafragma (volviendo a su forma de campana), las costillas volverán hacia abajo y los pulmones hacia arriba, facilitando que el aire salga al exterior. De hecho, esta es la función más conocida del diafragma: la respiración.

Como hemos dicho, el diafragma está en un lugar estratégico. La concavidad de la campana no está vacía: dentro se encuentran el hígado, el estómago y los intestinos. Al coger la forma de plato, todas esas vísceras se aplastan. Literalmente. Al mismo tiempo, se movilizarán los flujos que hay dentro (sangre, bilis, jugos gástricos,  gases…), produciendo un efecto de bombeo. De ahí que la respiración diafragmática sea indispensable para equilibrar la digestión.

Además, si miramos la campana desde abajo, en el vértice nos encontramos con el mediastino. Es una red formada por fuertes pero elásticas fibras que se encuentra entre el tórax y el esternón. Y, en su interior, reúne órganos importantes, entre otros, el corazón. Cuando el diafragma se contrae, al mismo tiempo que coger aire, tiramos hacia abajo del mediastino, y, sin embargo, al relajar el diafragma, lo dejamos libre. Este bombeo es importante para el equilibrio de las funciones principales del corazón, arterias y venas, así como para el mantenimiento de la presión sanguínea. He aquí el lazo que mantienen la respiración con la circulación.

Tras ver la parte de arriba y la parte de abajo, podemos observar los lados, donde al dar la vuelta a toda nuestra campana, observamos que está atada a las costillas.

Si seguimos el borde de las costillas hacia atrás, ¿a donde llegaremos? A la cintura, por supuesto. El diafragma está firmemente conectado a las vértebras de la cintura  y, por lo tanto, podréis imaginar otra consecuencia de una respiración desequilibrada: el dolor de espalda, por supuesto.

Además, el respirar de un modo u otro tiene una relación fuerte con la relajación o el estrés, por la estimulación mecánica que se produce en las redes de nervios que se sitúan alrededor del diafragma. No nos vamos a entretener con este tema, ya que es un tema que hemos tocado en muchas ocasiones.

Con este artículo quería enseñaros que el hecho de respirar correctamente y de un modo simple es muy importante. Explorar y trabajar esta capacidad está en vuestras manos, eso sí, tened en cuenta que si lo hacéis, os ahorraréis bastantes visitas a los profesionales de la salud.

Ver articulo original en euskera.
https://abante.eus/diafragma/

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